lunes, 23 de junio de 2008

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Introducción a la Biología de Cáncer

Mitosis en Cáncer

La marihuana implica un riesgo mayor de cáncer que el tabaco


Fumar un cigarrillo de marihuana es equivalente a consumir 20 de tabaco cuando se trata del riesgo de cáncer de pulmón, revelaron científicos de Nueva Zelanda, al tiempo que advirtieron del peligro de una "epidemia" de tumores pulmonares relacionada con el cannabis (alucinógeno

Estudios previos demostraron que la marihuana puede provocar cáncer, pero pocos establecieron una relación fuerte entre el cannabis y la incidencia real de tumores pulmonares.

En un artículo publicado en European Respiratory Journal, los investigadores dijeron que la marihuana podía dañar las vías respiratorias más que el tabaco, dado que su humo contiene el doble de cancerígenos que el de los cigarrillos comunes.

La forma de fumar la marihuana también aumenta el peligro, dado que frecuentemente es consumida sin los filtros adecuados y casi hasta el final, lo que aumenta la cantidad de humo inhalado.

El fumador de cannabis inhala más profundamente y por más tiempo, lo que facilita el depósito de los cancerígenos en las vías aéreas. "El fumador de marihuana termina con cinco veces más monóxido de carbono en su torrente sanguíneo" que el consumidor de cigarrillos de tabaco.

Los científicos entrevistaron a 79 pacientes con cáncer de pulmón y buscaron identificar los principales factores de riesgo de la enfermedad, como el tabaquismo, los antecedentes familiares y la ocupación.

Los participantes fueron consultados sobre el consumo de alcohol y marihuana. En este grupo de gran exposición, el riesgo de cáncer pulmonar era 5,7 veces mayor en los pacientes que fumaban más de un cigarrillo de marihuana por día durante 10 años o dos al día durante cinco años.

Esas cifras se calcularon luego de ajustar otras variables, entre ellas el consumo de tabaco. "Aunque nuestro estudio cubre un grupo relativamente pequeño, muestra claramente que fumar marihuana a largo plazo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón", indicó Beasley.

En el futuro próximo, según el autor, se observará una "epidemia" de tumores pulmonares relacionados con este compuesto cancerígeno. "Ese riesgo futuro probablemente se aplicaría a mucho otros países, donde el creciente consumo de marihuana entre los adultos jóvenes y los adolescentes se está volviendo un problema de salud pública importante".

Recomendaciones nutricionales generales para el Paciente Oncológico




El 90 por ciento de las personas con cáncer en las que la extirpación no ha sido posible y entran en una fase de la enfermedad, lentamente progresiva, la aparición de la desnutrición es inherente a la propia evolución del tumor, pero
los pacientes oncológicos con una nutrición adecuada tienen una mejor respuesta al tratamiento y una mayor supervivencia.


Además, si está bien alimentado va a mejorar también su sensación de bienestar, se va a sentir más fuerte y va a mejorar su estado de ánimo. Y recuerde que es más fácil mantener un buen estado de nutrición que recuperarlo.Para conseguirlo siga estas indicaciones:

1º Haga una dieta variada, cocinada de forma sencilla y que incluya 3 comidas completas al día, seleccionando en cada comida 1-2 raciones de cada uno de los grupos de alimentos que se indican:

Grupo 1:

¨ Cereales.
¨ Pan.
¨ Pastas.
¨ Arroz.
¨ Patatas.
¨ Garbanzos.
¨ Lentejas.
¨ Judías secas.


Grupo 2:

¨ Carnes.
¨ Aves.
¨ Pescados.
¨ Huevos.
¨ Leche.
¨ Yogur.
¨ Quesos.
¨ Requesón.


Grupo 3:

¨ Frutas.
¨ Verduras.
¨ Ensaladas.(2 raciones al día en crudo).


1 ración=

¨ Cantidad habitual que se toma de cada alimento. Ejemplos:
¨ Leche: 1 vaso o taza (200-250 cc).
¨ Fruta: 1 pieza mediana-grande ó 2 pequeñas.
¨ Verduras: 1 taza o plato sopero.
¨ Arroz, pastas, lentejas, judías, garbanzos (ya cocido): 1 taza o plato sopero.
¨ Patatas (troceadas): 1-2 tazas.
¨ Carnes o pescados: 100-200 g.
¨ Huevos: 2 unidades.


Además tenga en cuenta que:
  • Puede tomar otros alimentos que no figuran en estos grupos, para dar más variedad a su dieta, como: nueces, almendras, avellanas, cacahuetes, piñones, castañas, dátiles, etc.
  • Azúcar, dulces y grasas: tómelos en cantidad moderada, en función de sus gustos y de que los tolere bien. Una parte de la grasa ha de ser aceite crudo, preferentemente de oliva.
  • Condimentos: los habituales (sal, ajo, cebolla, limón, pimentón, hierbas aromáticas...), en cantidad moderada.
  • Bebidas estimulantes (café, té, coca cola...): en pequeñas cantidades.
  • No tome ningún suplemento ni preparado ni vitamínico si su médico no se lo ha ordenado.

Controle regularmente su peso (1 vez por semana), siempre en la misma báscula y hora del día, y con la misma ropa y calzado.


3º Consulte con el Servicio de Nutrición en caso de:
Pérdida de 0,5 kg o más de peso por semana.
  • Disminución de lo que come a la mitad o menos de lo que comía antes.
  • Pérdida de peso rápida, por cualquier causa, en las últimas semanas o meses.
  • Bajo peso para su edad, talla y sexo, aunque lo presente desde hace tiempo.

El dolor asociado con el cáncer: Guías de tratamiento para los pacientes

Falsos mitos sobre el cáncer de mama


Al igual que en el ejercicio hay mitos que son totalmente falsos y nada fundamentados en ciertas enfermedades también existen bulos o leyendas sobre la mayor o menor preponderancia a padecer o no la enfermedad según ciertas características.

El cáncer es una de las afecciones afectadas por estos falsos mitos, vemos algunos y el fundamento para desmentirlos:

Falso mito 1: Si no existen antecedentes familiares no tendré cáncer. Aunque la herencia es uno de los principales factores de riesgo, un 80% de las afectadas por este tipo de cáncer no tiene antecedentes familiares. Por eso no hay que descuidarse de revisiones si nuestros parientes más cercanos no sufrieron de esta enfermedad.

Falso mito 2: El cáncer de mama no se da hasta la menopausia. Aunque es cierto que con el paso de los años hay más predisposición a padecerla, puede aparecer a cualquier edad. La importancia de hacer revisiones desde edades tempranas es que si se da, en estas etapas la enfermedad es más agresiva debido a la alta actividad celular.

Falso mito 3: No se puede hacer nada por evitar la enfermedad. Además de las revisiones periódicas para la detección precoz se puede hacer bastante en el campo de la nutrición ya que se observa más incidencia de cáncer en personas obesas al pasar la menopausia. También parece ser que el alto consumo de grasas saturadas favorece el desarrollo de tumores mamarios. De este modo las revisiones y una dieta que propicie el peso óptimo serán un buen medio de prevención.

Falso mito 4: Tener los pechos pequeños hace ser menos propensa al cáncer. El tamaño de las mamas no tiene relación con la probabilidad de sufrir cáncer. Al igual que tampoco es cierta la creencia que los sujetadores de aro dificultan la circulación sanguínea y linfática y pueden desencadenar en cáncer.